Tengo que reconocer que el momento de enterarme que “Madrid Gastro. La nueva movida” había recibido el premio a Mejor Libro Gastronómico 2020 otorgado por Fuera de Serie, fue una de las ocasiones en que me he sentido más orgulloso de formar parte de la Academia Madrileña de Gastronomía.

Cuando Jon Sarabia y nuestro presidente, Luis Suárez de Lezo, nos contaron la idea de publicar un libro sobre la gastronomía madrileña con la participación de nuestra Academia, estaba lejos de imaginarme que el resultado iba a ser un volumen tan redondo como el que finalmente se publicó, claro que, todas las dudas desaparecieron cuando supe que Alberto Fernández se encargaría de la parte redaccional y Luis de las Alas de las fotografías; con ese equipo nada podía salir mal.

Son dieciséis restaurantes donde se puede encontrar la esencia de la cocina en Madrid; tascas ilustradas, “bistrots” castizos, casquería, cocinas y cocineros locales o que nos vienen de fuera (no importa el origen, aquí todos son bienvenidos), lugares nuevos o lugares con muchos años a las espaldas pero que saben mantener la misma frescura a lo largo del tiempo, cocineros recién llegados y sagas familiares con largas trayectorias; creo que a través de estos dieciséis locales Alberto ha sabido plasmar en este libro el espíritu de la restauración madrileña. Mención especial a Luis de las Alas que vuelve a demostrar todo su talento con un excepcional trabajo en el apartado fotográfico.

ALABASTER-ÁLBORA-ASKUABARRA-CORRAL DE LA MORERÍA-DESENCAJA-FISMULER-LA BUENA VIDA-LA TASQUERÍA-LA TASQUITA DE ENFRENTE-LAKASA-SACHA-TABERNA PEDRAZA-TABENA VERDEJO-TREZE-TRICICLO-VIAVÉLEZ

¿Y qué decir del prologuista? Víctor de la Serna es una de las personas que mejor conoce la historia de nuestra restauración y que tiene la virtud de escribir de una manera cercana y evocadora y lo demuestra en un texto donde mucha gente aprenderá bastantes cosas acerca del Madrid gastronómico de las últimas décadas.

Por todo esto, quiero dar las gracias a nivel personal a todos los involucrados en esta publicación, desde los gestores de la idea hasta los restaurantes que nos han contado su historia (y sus recetas) y por supuesto a los autores, con un agradecimiento especial a un tipo tan auténtico y tan único como Alberto Fernández al que me siento feliz de poder llamar amigo.

Y este agradecimiento lo quiero hacer extensivo a Fuera de Serie, no solo por su reconocimiento al magnífico trabajo realizado, sino por recordarme que la Academia Madrileña de Gastronomía tiene un papel que cumplir (especialmente en estos tiempos tan difíciles) y que estamos aquí para ayudar a que la gente conozca este mundo lleno de historias fascinantes, que tenemos que apoyar con nuestros modestos medios a tantas personas extraordinarias que trabajan en un sector tan exigente y que, al final de todo, el pertenecer a esta Academia es algo de lo que estar orgulloso.