Desde hace unos meses, entre su muy diversa y nutrida oferta gastronómica, Madrid cuenta con un nuevo concepto culinario – cocina “mexiterránea”– acuñado por un histórico y querido chef de la capital, Andrés Madrigal.
Andrés, precoz, inquieto, polémico y exitoso cocinero que tan solo con 22 años consiguió su primera estrella Michelin en El Olivo; fundador en su día del reconocido y añorado Balzac y protagonista de una larga y desigual carrera en España, y de un largo periplo latinoamericano, parece haber encontrado estímulo y reposo profesional en el grupo La Única.
La Única del barrio de Salamanca de Madrid, es el primer local que abre en Europa el citado grupo de origen mejicano después de haberse convertido en un referente de la cocina norteña de su país, y de tener varios establecimientos en Méjico y Colombia.
Madrigal ha diseñado una imaginativa y suculenta carta que fusiona sabores mediterráneos con lo mejor de la cocina mejicana de la costa del Pacífico. Hay que decir que en la elaboración de esta cocina “mexiterránea” Andrés le ha dado un protagonismo especial a la leña; ya que serán las brasas de la madera las que den un genuino y especial toque a muchos de sus platos. Si tuviésemos que hacer un pequeño cuadro de honor de las elaboraciones de La Única, habría que mencionar, sin duda, la lasagna fea de txangurro y jabia frita con caldo de suquet y chile pajarillo. Entre los tacos, habría que destacar el Mexiterráneo de cochinillo de Sepúlveda, ribeteado con pibil, guacamole, y Xnipe; el gaonera de solomillo de vaca Rubia gallega madurada sobre costra de queso mozzarella, rúcula sobre tortilla de maíz amarilla; o el gobernador con camarón rojo, costra de queso oaxaqueño, pico de gallo y alioli de chipote ahumado.
Otros bocados y platos notables de la carta de Madrigal son la ostra Amelie Nº 2 con aguachile verde, habanero negro, cilantro y pico de gallo; el ceviche de lubina, con langostinos tigres, tomate de árbol, maracuyá, coco y aguacate tatemado; la quesadilla de camarón rojo, xnipec, y alioli de chipotle ahumado; el tartar de atún rojo sobre tuétano asado, tostadas de maíz azul, crema de guacamole, chile pasilla y perlas cítricas; la lubina al estero a la Talla con guacamole, frijoles y rúcula; pixin del Cantábrico asado al carbón con pimientos de cristal y del Padrón toreados en salsa ajillo; el pichón en dos cocciones acabando en parrilla, foie gras de pato, puré de boniato, orejones y tequila. Para finalizar no hay que perderse alguno de los postres de Andrés, en especial el Tiramisú con dulce de cajeta, mezcal y helado de chocolate.
Para que no tengas necesidad de moverte del sitio después de cenar, en La Única podrás alargar la noche con una estupenda carta de copas y cócteles hasta las 2:00h.
El brunch de La Única amenizado por un DJ., también puede ser un magnífico plan para disfrutar los domingos y festivos.
El gran talento de Andrés Madrigal y toda la experiencia acumulada por el chef a lo largo de tantos años de ejercicio profesional en España y Latinoamérica, tiene, desde hace pocos meses, su mejor escaparate en el primer restaurante del grupo La Única fuera del continente americano.