Gallinejas, zarajos, botones… son algunos de los peculiares nombres que reciben las partes menos vistosas de la vaca, el cordero o el cerdo. Hay quien los rechaza por su aspecto, mientras que otros lo consideran un bocado delicioso. Conocidos como despojos o desechos, muchos de ellos forman parte de algunos de los platos más típicos de la culinaria castiza.